20 grandes discos de artistas españoles.

A lo largo de los años he ido publicando diferentes artículos en los que agrupaba una serie de grandes discos de diferentes estilos musicales. Hoy quiero ofreceros una lista de 20 grandes álbumes realizados por artistas españoles. No son todos los que deberían aparecer, pero los que sí están aseguran buenas dosis de calidad. De todas formas habrá una segunda parte con otros 20 discos señalados igualmente memorables.

Triana - El Patio (1975)


Una de las bandas más importantes del país por lo que ha aportado a la música nacional, por su calidad y por su legado. En ese momento, fusionar el rock sinfónico progresivo con las raíces andaluzas requería de cierta valentía. De hecho, en el momento en que se publicó el álbum, pasó sin pena ni gloria. A medida que se iba consumiendo el tiempo, el interés fue mucho mayor y unos meses más tarde empezaron a recoger sus frutos en forma de ventas y reconocimiento. A día de hoy, es uno de los imprescindibles gracias a temas como "Abre la puerta", "Sé de un lugar" o "En el lago".

Radio Futura - La Canción de Juan Perro (1987)


Mientras los medios reivindicaban la canción "Enamorado de la moda juvenil", Radio Futura se iba desmarcando poco a poco de aquel sonido según iban publicando álbumes cada vez más experimentales. El mayor equilibrio reside en La canción de Juan Perro, donde suenan más sofisticados y en el que la creatividad sale a relucir a borbotones, llegando así al que parece su techo musical. Composiciones de la talla de "A cara o cruz", "37 grados", "La negra flor" o "Annabel Lee", son de lo mejor de su repertorio. Pocas formaciones en ese momento poseían un sonido tan vanguardista.

Leño - Leño (1979)


Tras una portada un tanto confusa se esconden una serie de canciones que se recrean el el rock con elementos progresivos. Aquí hay riffs incendiarios y desarrollos instrumentales muy logrados, que casan perfectamente con unos textos atrevidos, sobre todo en cortes como "Este Madrid". De todas maneras, destaco por encima de todo dos títulos para mí imprescindibles en el debut de Leño: "El tren" y "Castigo". Son las que marcan la diferencia y las que hacen que este trabajo sea tan sumamente respetado. Tras el álbum homónimo aún publicarían dos obras más muy meritorias.

091 - Doce Canciones Sin Piedad (1989)


Sin duda alguna se trata de uno de los casos más injustos que se han dado en la música española. Lucharon por hacerse un hueco en el panorama nacional pero las tensiones con discográficas y bajas ventas, provocaron su disolución en mitad de la década de los 90. Antaño olvidados, hoy totalmente reivindicados. El pasado año llegaron a hacer una gira de "resurrección" que les llevó al colgar el cartel de "no hay billetes" en numerosos conciertos. He elegido Doce canciones sin piedad porque aquí comienzan los 091 más sublimes, los de mayor calidad musical y gran riqueza a nivel de textos.

Barón Rojo - Volúmen Brutal (1982)


El debut de Barón Rojo nos mostraba a un grupo que tenía potencial para conseguir publicar obras de gran calidad, hecho que se confirmó en el posterior Volúmen Brutal. La combinación de hard rock y heavy metal dio sus frutos gracias a una serie de composiciones sólidas y reivindicativas de la talla de "Incomunicación", "Son como hormigas", la simpática "Los rockeros van al infierno" o la esencial "Resistiré". Además encontramos una especie de homenaje al rock en "Concierto para ellos". El álbum se grabó en Londres (Inglaterra), en los estudios de Ian Gillan, miembro de Deep Purple.

Enrique Morente & Lagartija Nick - Omega (1996)


Enrique Morente pudo pagar muy caro su atrevimiento a la hora de mezclar el flamenco con el rock, pero le dio igual, siguió adelante con el proyecto que tenía en mente para el que contó con diferentes amigos del gremio y la contundencia del grupo Lagartija Nick. Omega es una colección de canciones con textos de Federico García Lorca y algunas revisiones de Leonard Cohen. El nivel instrumental es mayúsculo, tanto es así que hoy en día está considerada como una de las obras maestras del país. Con más de diez minutos de duración, la canción homónima ofrece un resumen espeluznante del álbum.

Iceberg - Coses Nostres (1976)


Originarios de Barcelona, Iceberg es un grupo que fusiona el rock progresivo con el jazz, y lo hacen con una maestría que nada tiene que envidiar a producciones internacionales. Sin embargo, en nuestro propio país son unos auténticos desconocidos para el gran público. Toda su discografía se desarrolla durante la década de los 70 y, junto a Coses Nostres, también podemos destacar a su sucesor Sentiments. Los desarrollos instrumentales son exquisitos y poseen una creatividad fuera de toda duda. "Preludi i record" o "La flamenca eléctrica" son música celestial para los oídos.

Alarma!!! - En El Lado Oscuro (1985)


La voz arenosa de Manolo Tena no es la única protagonista aquí, pero es la guinda de un pastel creado por el trío que conforma Alarma!!!, quienes muestran en este álbum un estado de lucidez que abruma. Llegaron a ser comparados con The Police por la sonoridad de la que hacían alarde, pero creo que cada uno de los grupos posee sus propios argumentos. En este álbum nos encontramos con gemas de la talla de "Preparados para el rock and roll", la legendaria "Frío", y por supuesto "Marilyn", popularizada después por Ana Belén. Por desgracia, la banda se disolvió y no hubo continuación.

Miguel Ríos - Memorias de un Ser Humano (1974)


La madurez musical de Miguel Ríos llega con este álbum tan incomprendido e ignorado como estupendo. El proyecto, ambicioso a todas luces, nos ofrece la particular visión del artista en el mundo del rock progresivo y el art rock. Vocalmente se muestra pletórico, pero es que además encontramos muy buenas guitarras, excelentes teclados y una producción que al fin y al cabo está muy bien cuidada. Sobresalen composiciones como "Vivirás tanto...(como tengas que vivir)", la magnífica "El juglar", o "Desde mi ventana". Me cuesta entender que no sea más reivindicado.

Joan Manuel Serrat - Mediterráneo (1971)


Imprescindible nombrar a uno de los cantautores con mayor talento del país. Los textos son poesía pura, pero es que el grueso de las canciones incluidas rallan a un nivel altísimo. La canción homónima es el himno de varias generaciones, mientras que "La mujer que yo quiero" está exquisitamente plasmada, tanto en lo instrumental como en las letras y, desde luego, no podemos olvidarnos de las magníficas "Lucía" y "Aquellas pequeñas cosas". Su figura supuso toda una revelación para la canción de autor en España, por lo que significó y por el contexto en el que apareció.

Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán - Señora Azul (1974)


Supergrupo español cuyos miembros proceden de formaciones como Los Pekenikes, Solera, Franklin, Los íberos, etc. Señora Azul es el disco más importante de su discografía, siendo totalmente alabado en nuestros días a pesar de no haber contado con una mayor repercusión en su día. Aún así, canciones puntuales como la preciosa "Sólo pienso en ti" han acabado trascendiendo y sobreviviendo dignamente con el paso de los años. Además, la canción homónima, todo un dardo hacia los críticos, es una excelente composición con grandísimas armonías vocales que ejemplifican la calidad de la obra.

Duncan Dhu - Autobiografía (1989)


Dejando atrás los problemas con su anterior productor y con el batería Juan Ramón Viles, Diego Vasallo y Mikel Erentxun, ya como dúo oficial, se embarcan en su álbum más ambicioso a la par que excesivo. Excesivo porque contiene un total de treinta canciones, pero la inmensa mayoría de ellas son de una calidad apabullante. Aquí conviven títulos de la talla de "Rozando la eternidad", "Rosa gris", "Entre salitre y sudor", "Palabras sin nombre", "El nuevo calor", Rosas en agua"...todas ellas situadas entre los clásicos de Duncan Dhu, mostrando la capacidad de componer que poseían en ese momento.


Nacho Vegas - Cajas de Música Difíciles de Parar (2003)


No sin gran esfuerzo, el asturiano se ha convertido en uno de los mayores cantautores del panorama nacional. Poco a poco ha ido ganando adeptos que no poseía en el momento en que Cajas De Música Difíciles De Parar salió a la venta, un disco doble plagado de vibrantes textos, angustiosas atmósferas e instrumentación folk rock, como es habitual en Nacho. Puede parecer anodino en las voces, que se ahoga en la tristeza, pero ello forma parte de su sello artístico. "La plaza de la Soledá", "El jardín de la duermevela", "En la sed mortal" o "Gang Bang", son algunas de sus mejores canciones.

Quique González - Salitre 48 (2001)


Uno de esos casos extraños en los que el público más exigente y los críticos se ponen de acuerdo en un artista al que le gusta manejarse en el filo de la navaja, y es que para unos es excesivamente comercial, pero gran parte del país no sabe de su existencia. Quique González es un maestro que imprime a todas sus composiciones ese gran talento que tiene para crear historias que enganchan. Salitre 48 es, quizás, su mejor disco, y es que temas como "Rompeolas","Crece la hierba", "La ciudad del viento" o "Salitre" poseen fabulosos textos acompañados de magníficas melodías. 

Joaquín Sabina - El Hombre del Traje Gris (1988)


Joaquín Sabina siempre ha tenido la fama se ser un buen letrista al que en muchas ocasiones no le acompaña la producción. Aquí estamos ante una de sus obras más equilibradas, mejor producidas, tarea compartida entre el propio Sabina, Pancho Varona, García de Diego y Luis Fernández Soria. En El Hombre del Traje Gris nos ofrece canciones sublimes como "Eva tomando el sol", uno de sus mejores textos acompañándose de fabulosas melodías; la célebre "Quién me ha robado el mes de abril"; o las más rockeras "Besos en la frente" y "Una de romanos", como algunas de la más destacadas.

Paco de Lucía - Fuente y Caudal (1973)


Un maestro de la guitarra que, gracias a ese inagotable talento, ha gozado de un indiscutible respeto mundial por parte de otros compañeros de profesión. Fuente y Caudal contiene un puñado de canciones firmadas a dúo con José Torregrosa, entre las cuales sobresalen las espectaculares "Entre Dos Aguas" y "Reflejo de Luna". Merece la pena empaparse del sonido del álbum y dejarse llevar por las manos de Paco de Lucía, muy reivindicado por voces expertas y músicos de indudable reputación. En el país del flamenco, unos ignoran su importancia, otros lo confunden con otras propuestas más dudosas.

Los Enemigos - La Vida Mata (1990)


El tercer álbum de los madrileños supuso el salto cualitativo que se preveía en los dos trabajos anteriores. Lograron que se les reconociese el mérito de haber creado un disco de gran calidad, aunque jamás obtuvieron una respuesta masiva por parte del gran público. Uno de los estandartes del rock urbano español, si bien es cierto que las letras están muy por encima de la media del estilo. "Desde el jergón", "Septiembre" y "Miedo" son tres de las composiciones más afamadas de La Vida Mata. Canallismo por doquier, fascinante instrumentación y la pluma de Josele en estado puro.

Héroes del Silencio - Senderos de Traición (1990)


El álbum capital de la banda. Ya en El Mar No Cesa se podía percibir el talento de sus músicos, pero en Senderos de Traición se pusieron en manos de Phil Manzanera y consiguieron plasmar el sonido que realmente querían mostrar. El acabado de las canciones es impecable, la intensidad y la atmósfera está muy lograda, y en él conviven títulos de la talla de "Entre dos tierras", "Maldito duende", "La carta", "Malas intenciones", "Oración" o "Decadencia", una de las olvidadas en los recopilatorios del grupo. El estilo de la banda es inconfundible debido a la personalidad marcada de sus cuatro integrantes.

El Último de la Fila - Enemigos de lo Ajeno (1986)


Manolo García y Quimi Portet ya habían dado muestras de su talento con su debut, sin embargo, para su sucesor fueron todavía más allá a la hora de explorar posibilidades musicales y, además, compusieron ese himno magistral llamado "Insurrección". También "Aviones plateados" y "Las palabras son cansancio", las cuales ayudarían a situar este disco entre los más alto de la música española. Poco más tarde publicarían Nuevas Mezclas, una especie de recopilatorio donde aparecían varias composiciones de sus primeros tiempos con un sonido mucho más pulido.

Antonio Vega - No Me Iré Mañana (1991)


El malogrado artista nos dejó un legado fascinante, ya no sólo con Nacha Pop, sino también con su carrera en solitario. Sus dos primeros trabajos fueron extraordinarios, aunque la efervescencia y la frescura de No Me Iré Mañana es muy difícil de superar. Con una instrumentación muy cuidada y sofisticada, ejemplificada en títulos como "Síguelo" o "La última montaña", se encargó de dejar espacio para pildorazos rockeros de la talla de "Esperando nada" y "Lo mejor de nuestra vida", pero también de sutiles y preciadas joyas tan fascinantes como "Se dejaba llevar" y "Tesoros".   


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